El día de la boda, igual que para los novios, empieza realmente bastante antes. El fotógrafo realiza una planificación detallada de lo que sucederá durante todos los momentos de ése día tan especial. Unos dos meses antes de la boda, se organiza una reunión con los novios para tener el primer contacto con el entorno de éstos. Posteriormente se fijan los horarios de llegada y partida a los domicilios de cada uno. Se miden los tiempos desde un domicilio a otro y se les informa a cada uno de ello cómo tienen que estar a la hora acordada. Por seguridad siempre se suele dejar un margen de unos 15 minutos para poder hacer frente a cualquier imprevisto.

El día de la boda empieza con el domicilio del novio. Suele ser unas dos horas antes de la ceremonia. Trás aproximadamente 50 minutos de reportaje fotográfico en el cual se retrata la preparación de éste para el gran día, el equipo se desplaza al domicilio de la novia. Casi siempre se respira más nerviosismo que en la casa del novio y no es para menos. El reportaje dura en torno a una hora y siempre se intenta que la novia esté lo más relajada posible y pueda expresar su personalidad en un día tan único cómo el de su boda.

Trás asegurarnos que todos los que acompañan a los novios en sus respectivas casas tienen fotos con éstos nos dirigimos al lugar de la ceremonia. El equipo llega unos 10 minutos antes que la novia para poder retratar la llegada de ésta. Durante la ceremonia el equipo fotográfico se mantiene a una distancia prudente facilitando el trabajo a los encargados de oficiar el evento.

Al finalizar la ceremonia comienza el reportaje de exteriores, un rato muy agradable en el cual los novios disfrutan de un momento de intimidad en el cual los fotografos suelen captar las fotografías más artísticas del día.

Ya durante el banquete, los novios y los invitados están más relajados y es en éste momento cuando se aprovecha para retratar el lado más divertido de la boda. Mucha fiesta y diversión se plasman en las últimas fotografías del día. El equipo da por finalizado el reportaje, no sin antes comprobar con los novios que no queda ni una sola fotografía pendiente. Siempre se suele experimentar un sentimiento de satisfacción que te llena de energía a pesar de llevar más de 15 horas trabajando.